Aunque
las fiestas navideñas, como consecuencia de la influencia anglosajona,
son cada vez más parecidas en todo el mundo, eso no significa que muchos
países no mantengan parte de sus viejas tradiciones. En este post vamos
a conocer algunas curiosas costumbres de las Navidades en Suecia,
Japón, China y Alemania.
La Navidad en Suecia
En Suecia, las familias intentan conservar las tradiciones autóctonas,
aunque, en la actualidad, su Navidad es una mezcla de costumbres
nacionales y extranjeras.
La celebración de Santa Lucía, el 13 de diciembre, es una parte
fundamental de la Navidad. Por la mañana, la hija mayor de cada familia,
arreglada con un vestido blanco y una corona con siete velas encendidas
sobre su cabeza, lleva café, bollos y vino caliente con especias a sus
padres y familiares.
El origen de esta fiesta puede deberse o bien a la santa cristiana
mártir, que murió en Sicilia en el 304, o bien a la primera mujer de
Adán, que abandonó el paraíso y engendró numerosos hijos con los
demonios. El nombre de Lucía se relaciona con
lux (luz, en latín)
pero también con Lucifer. Por tanto, es difícil conocer con exactitud
el origen de "la Lucía" sueca, que simboliza una mezcla de tradiciones.
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La mártir cristiana Lucía de Siracusa |
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Lilith, considerada la primera esposa de Adán en la mitología mesopotámica y hebrea |
En el antiguo calendario, la noche de Santa Lucía era la más larga del
año. Para celebrarla, las gentes del campo debían haber finalizado las
matanzas y la trilla y tener los hórreos llenos. Era una noche mágica y
peligrosa, en la que aparecían seres sobrenaturales y en la que los
animales podían hablar. A la mañana siguiente, los campesinos tenían la
costumbre de dar a su animales una ración extra de pienso. También las
personas debían alimentarse más de lo habitual, por lo que tomaban de
siete a nueve desayunos.
En esa larga y misteriosa noche del oscuro invierno sueco, "Lucía"
siempre ha sido considerada símbolo de la luz y representa el regreso de
días más luminosos.
Muchas escuelas y empresas eligen a su propia "Lucía", que, vestida como
hemos indicado, sale por las calles en procesión. Esta procesión es muy
popular en Suecia: a "Lucía" le siguen sus damas de honor, también
vestidas con el traje blanco, y, detrás de ellas, desfilan los llamados
"chicos estrella", niños también ataviados con largas túnicas blancas y
gorros adornados con estrellas doradas. Cerrando la procesión van unos
niños disfrazados de duendecillos.
Resulta muy emocionante escuchar a estos niños cantar villancicos
tradicionales en la completa oscuridad de la noche y ver después
acercarse paulatinamente la luz de sus velas. "Lucía" y sus doncellas
reparten entre la muchedumbre que encuentran a su paso bollos de azafrán
y galletas de jengibre.
En
las iglesias, cantan la canción tradicional "Santa Lucía", que describe
cómo la santa venció a la oscuridad para encontrar la luz. Existen
muchas variantes, pero todas se refieren a este mismo tema:
La noche avanza con pasos pesados
alrededor de granjas y huertos.
Alrededor de tierras, que el sol dejó,
las sombras traman.
Entonces en nuestra casa oscura
sube con velas encendidas
Santa Lucía, Santa Lucía.
Desde tiempos muy antiguos, las fiestas navideñas han constituido la
celebración más importante del año. Se comían los mejores manjares, por
ejemplo, el jamón de Navidad, arenques, queso de cerdo, salchichas,
gachas y bacalao macerado en sosa. Después de la cena, los alimentos no
se retiraban de la mesa, para que durante la noche los difuntos pudieran
también disfrutarlos.
En la década de 1880, siguiendo el ejemplo alemán, se extendió la
costumbre de colocar un árbol de Navidad. Actualmente, un día antes de
la Nochebuena, los suecos intentan encontrar el árbol de Navidad más
perfecto en algún punto de venta. El abeto es el símbolo mismo de la
Navidad y tienen que conseguir lo mejor: un ejemplar homogéneamente
tupido y recto. Los habitantes de las ciudades compran el árbol en la
plaza y los que viven en el campo suelen cortarlo personalmente en sus
propias tierras.
En cuanto a los regalos, en un principio, el aguinaldo se entregaba de
forma anónima, llamando a la puerta de algún desconocido y arrojando en
el interior de la casa algún objeto. Sin embargo, esta costumbre dejó
paso a un nuevo personaje, el
Jultomten, un gnomo que vive bajo
la casa de cada familia sueca y que en Nochebuena, siguiendo el modelo
de Santa Claus, reparte regalos en los hogares. A diferencia del trineo,
utiliza su cabra Julbocker. La cabra hace referencia al dios escandinavo Thor, cuyo carro era tirado por dos cabras.
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El gnomo Jultomten |
Tradicionalmente, después de la Misa del Gallo del día de Navidad, se
hacían carreras con los trineos para ver quién llegaba antes a su casa.
El día 13 de enero es la fiesta de Knut. El origen de esta tradicional
celebración se remonta al siglo XI, durante el reinado del Rey Knut II,
que estableció que en Suecia la Navidad duraría una semana más dentro
del nuevo año. Por ese motivo, el 13 de enero se denomina el día Knut,
que constituye el verdadero final de la Navidad para los suecos. Se
trata de una divertida fiesta en la que, actualmente, los niños invitan a
sus amigos a casa a jugar y a beber zumos y comer los
smällkarameller (decoración navideña con trozos de dulces escondidos), cañas dulces y galletas de jengibre.
La Navidad en Japón
Iluminación navideña en Tokio
La Navidad fue introducida en Japón por misioneros cristianos.
Concretamente, la primera Navidad se celebró el año 1552, cuando un
religioso jesuita y un misionero español invitaron a japoneses a su
misa. Durante muchos años, las únicas personas que la celebraron fueron
los que se convirtieron al cristianismo. Sin embargo, actualmente, la
Navidad es fundamentalmente fomentada por los comercios y los medios de
comunicación, que intentan inculcar en las gentes el espíritu navideño
propio de los países occidentales. Durante varias semanas antes de las
fiestas, las tiendas se adornan con todos los elementos navideños
occidentales: árboles de navidad, luces, guirnaldas, etc. y muestran los
regalos navideños adecuados para hombres, mujeres y, sobre todo, niños.
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Lugar romántico para celebrar en pareja la Nochebuena |
La Nochebuena se considera una noche romántica y no un acontecimiento
religioso. Algunas parejas, con un mes de antelación, reservan los
restaurantes y hoteles con más encanto para celebrar esta noche. Al
parecer, los hoteles multiplican sus precios por cinco.
Sin embargo, en realidad, no son tantos los jóvenes que celebran este
día en pareja. Según una encuesta del 2008, el 25% pasaron la Nochebuena
junto a su pareja, el 23% solos en casa porque no tenían novio/a o
porque sus amigos trabajaban (el día de Navidad no es un día festivo en
Japón) y el 31% estuvieron con su familia. La encuesta también indicaba
que la mitad de los japoneses no le daban gran importancia a estas
fiestas.
Entre los personas que celebran estos días, destaca la tradición de
comer pollo o pavo y la tarta de Navidad. En las pastelerías japonesas
se pueden ver pasteles hechos especialmente para esta celebración, que
suelen regalarse entre amigos o parejas.
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Tarta de Navidad |
Hay un anticuado dicho japonés que compara a las chicas de más de 25
años con "un pastel navideño que no se ha vendido", en el sentido de
que el pastel de Navidad, después del 25 (de diciembre), deja de ser
bonito, se estropea (la verdad es que no me gusta a mí nada este dicho
:D).
También es importante el intercambio de regalos: de padres a hijos,
entre amigos y entre parejas. Sin embargo, no es frecuente regalar a
otros miembros de la familia, como sucede en los países occidentales.
Para los que no tienen novio/a, la Nochebuena puede ser algo triste y
solitaria porque los medios de comunicación recuerdan constantemente que
es un día para celebrarlo en pareja. Por eso, en las fechas navideñas
tiene mucho éxito una comunidad online que se llama
Hi-mote NSN
(No tener éxito con las mujeres/hombres), en la que los solteros se
animan entre sí y se cuentan sus fracasos amorosos. Esta comunidad tiene
mucho éxito en Navidades.
Pero, sin duda, los que más disfrutan de estas fiestas son los niños,
que, como en occidente, reciben estupendos regalos. En Japón hay un dios
o sacerdote conocido como Hoteiosho, que se parece bastante a Santa
Claus. Está representado como un anciano bondadoso que se echa un enorme
saco sobre su espalda. Según cuenta la leyenda, Hoteiosho tiene ojos en
la nuca para vigilar a todos los niños y comprobar si se han portado
bien. En el caso de que hayan sido buenos, les dejará un regalo de los
muchos que lleva en su saco.
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Hoteiosho |
El Año Nuevo es la fecha más importante de todo el calendario en Japón.
Este día las familias se reúnen para brindar con sake y desearse omedetô gozaimasu (felicidades).
La Navidad en China
Celebración del Año Nuevo chino
Como sucede en Japón, en China poco a poco se han ido haciendo más
populares estas fiestas que, en un principio, sólo eran propias de la
minoría cristiana. Los chinos celebran la Navidad mezclando sus
tradiciones autóctonas con las occidentales.
Tienen la costumbre de adornar sus casas con linternas de papel y
decorar sus árboles de Navidad, que ellos llaman "Árboles de la Luz",
con adornos de papel (flores, cadenas y farolillos). Los niños chinos
cuelgan calcetines y esperan la visita de Santa Claus, a quien llaman
Dun Che Lao Ren, que significa "Hombre de Navidad Antiguo".
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Dun Che Lao Ren |
Una de sus costumbres más extendidas, es el festival taoísta Ta Chiu. Se
celebra el 27 de diciembre y el objetivo de la fiesta es atraer la
buena suerte para el año nuevo. Después de una ceremonia de meditación,
el sacerdote taoísta lee en voz alta los nombres de todas las personas
allí reunidas. Cada uno de los nombres se escribe en un caballito de
papel y, a continuación, éste se quema. Este ritual simboliza la
comunión de la persona con el cielo, y, por tanto, con la propia
existencia.
Como la mayoría del pueblo chino no es cristiano, la fiesta principal
del invierno es el Año Nuevo, que se celebra a finales de enero. En Año
Nuevo los niños reciben juguetes y ropa, se elaboran comidas más
sofisticadas y se tiran petardos. También tiene una gran importancia en
esta celebración el culto a los antepasados, de modo que, para
recordarlos, se cuelgan en la sala principal de las casas retratos y
pinturas de familiares fallecidos.
La Navidad en Alemania
En Alemania,
aproximadamente la mitad de la población es católica y la otra mitad
luterana, pero la celebración de la Navidad es muy parecida en todos los
hogares.
Según una leyenda alemana, en la víspera de Navidad ocurren muchos
hechos asombrosos como que los animales puedan hablar entre sí y que las
campanas de las iglesias se oigan en el fondo del mar, pero sólo los
puros de corazón puede ser testigos de esta magia navideña. Las demás
personas deben contentarse con la celebración tradicional de las
fiestas.
La Navidad comienza muy pronto: el 6 de diciembre, día de San Nicolás.
La noche del 5 diciembre, los niños reciben la visita de este santo. Los
pequeños dejan un zapato o una bota junto a la chimenea. San Nicolás,
recorre los hogares alemanes con un libro en el que todas las travesuras
de los niños están recogidas por escrito. Si han sido buenos, el día 6
descubrirán en sus zapatos deliciosos dulces pero, en caso contrario,
sólo encontrarán un montón de ramas.
Sin embargo, Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel o Saint Nicklaus no
tiene la importancia que en otros países puesto que su protagonismo
termina, como hemos visto, el día 6 de diciembre. El resto de las
fiestas se celebran otras cosas: el nacimiento del hijo de Dios, la
despedida del Año Viejo y el recibimiento del Año Nuevo.
El 21 de diciembre es el llamado el día de San Tomás. En algunos lugares
existe la costumbre de darle el título de "Tomás burro" a quienes se
despierten tarde o lleguen tarde al trabajo. Se les regala un burro de
cartón y son objeto de algunas inocentes burlas durante todo el día.
Pero, al final, se les recompensa con un delicioso pan redondo llamado
"Thomasplitzchen".
En estas fechas tiene un gran protagonismo el árbol de Navidad. De
hecho, la costumbre de adornar un árbol se originó en Alemania.
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Un típico árbol de Navidad Alemán |
Muchas familias, ya el 1 de diciembre decoran su árbol navideño. Sin
embargo, otras prefieren respetar la costumbre de adornarlo el mismo
día de Nochebuena. Los objetos que se colocan en el árbol son muy
variados: no sólo figuritas de madera, porcelana o cristal sino también
de chocolate, de azúcar y de mazapán. Para que las figuritas comestibles
se puedan colgar se compran unos hilos metálicos flexibles que se
enredan a ellas.
También se colocan en las ramas del árbol auténticas velas. Para
fijarlas, se emplea una especie de candelabro pequeño con pinzas y, para
encenderlas o apagarlas, se utilizan unos tubos extensibles que tienen
un adaptador para colocar la vela encendida y otro adaptador para
apagarla.
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Adornos del árbol de Navidad comestibles |
En Alemania se celebran los días 24, 25 y 26 de diciembre. En
Nochebuena, las familias colocan los regalos debajo del árbol. Cuando la
cena está preparada, se apagan las luces y se encienden las velas del
árbol y otras velas situadas en las mesas del comedor. Una vez que todo
está listo se toca una campanilla como señal para que los niños entren
en esta sala. Se cantan villancicos, a veces se encienden bengalas y se
abren los regalos. Después de vivir en familia este momento tan
especial, se disfruta de una abundante cena.
Existe una tradición que afirma que aquellos que no coman mucho en la
víspera de Navidad serán perseguidos por demonios durante la noche. Así
que, como en otros países, las familias alemanas ponen esa noche en sus
mesas abundante comida, como el cochinillo, el
reisbrei (un dulce de canela), salchichas con patatas o ensalada de macarrones.
También el 25 y el 26 se disfrutan comidas y cenas especiales. El día 25 se suele tomar el pavo asado y el
Christstollen,
un pan dulce relleno de nueces, almendras, pasas y otros frutos secos.
Su forma alargada recuerda la de un recién nacido envuelto en pañales,
por este motivo se aconseja cubrirlo de azúcar.
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Christstollen |
Las bebidas típicas de estas fiestas son el Feuerzangenbowle, un ponche
que se bebe caliente, puesto que se quema el alcohol; el Glühwein, una
bebida que lleva vino caliente con especias y un aguardiente de cerezas,
llamado kirsch.
No podemos terminar de hablar de las Navidades alemanas sin referirnos a
sus preciosos mercados navideños, en los que destaca el gran gusto
estético presente en la decoración y en la elección de los productos que
se venden (coronas de adviento, vinos, comidas, artesanías, juguetes y
velas). Son muy conocidos los de Nuremberg, Munich, Hamburgo, Dresde y
Colonia.
Para que el paseo por estos mercadillos sea aún más agradable, hay
puestos en los que te sirven apetitosos platos típicos con un vaso de
vino caliente aromatizado con especias.